Por Graciela Paula Caldeiro y Mónica del Carmen Vizcarra.
¿Es lo mismo el trabajo grupal que el trabajo cooperativo? En términos generales podríamos decir que lo primero no asegura lo segundo. Para que la producción grupal sea efectivamente beneficiosa para el aprendizaje, es necesario que la intervención pedagógica considere una serie de variables relevantes a fin de lograr que la sinergia sea posible
La propuesta de trabajo cooperativo, entiende la cooperación como una asociación entre personas que van en busca de ayuda mutua en tanto procuran realizar actividades conjuntas, de manera tal que puedan aprender unos de otros. El Aprendizaje Cooperativo se caracteriza por un comportamiento basado en la cooperación, esto es: una estructura cooperativa de incentivo, trabajo y motivaciones, lo que necesariamente implica crear una interdependencia positiva en la interacción alumno-alumno y alumno-profesor, en la evaluación individual y en el uso de habilidades interpersonales a la hora de actuar en pequeños grupos.
El trabajo en grupo permite que los alumnos se unan, se apoyen mutuamente, que tengan mayor voluntad, consiguiendo crear más y cansándose menos... ya que los esfuerzos individuales articulados en un grupo cooperativo cobran más fuerza.
Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, implican un cambio en las formas de enseñar y aprender y quizá debamos replantearnos muchos aspectos de la práctica docente.
Podemos pues, modificar la forma de enseñar y de aprender generando espacios propicios para el aprendizaje cooperativo. Y en este sentido, es en el que deberíamos aprovechas las posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Enseñar y aprender, en este momento, exige una mayor flexibilidad espacio-temporal, personal y grupal, menos contenidos fijos y procesos más abiertos de investigación y de comunicación.
Hoy en día, una de las dificultades que encontramos actualmente, es conciliar la extensión de información y la variedad de fuentes de acceso con la profundización de su comprensión, en espacios menos severos y rígidos. Disponemos de un amplio volumen de información, pero es resulta sumamente difícil escoger la que resulta más significativa para nosotros para utilizarla convenientemente.
La adquisición de la información dependerá cada vez menos del profesor. La tecnología nos puede proporcionar datos, imágenes y resúmenes de una forma rápida y atractiva. El principal papel del profesor es auxiliar al alumno a interpretar esos datos, a relacionarlos, a contextualizarlos.
Para que eso ocurra, el profesor debe crear un ambiente propicio en el que los alumnos se sientan bien, lo que posibilitará una relación de reciprocidad que conduzca al diálogo abierto, a la solidaridad y la confianza. (BRAIDO; Los comienzos: fragmentos y documentos (1845-1859)).
Para llevar adelante un trabajo cooperativo, resulta esencial no solo considerar la estructura de la clase, sino disponer además de los materiales didácticos necesarios para el trabajo grupal. Es necesario también que exista correspondencia entre la estructura de la clase, lo objetivos y las demandas tanto a nivel de las habilidades como a nivel cognitivo. Para ello es necesario que los equipos de trabajo logren planificar una tarea, distribuir responsabilidades, coordinar el trabajo y solucionar de manera conjunta los problemas que se vayan presentado progresivamente.
El reto que plantea el trabajo cooperativo al profesorado, es la resolución de problemas técnicos y relacionales, especialmente cuando el estilo de trabajo es implementado por primera vez. El docente no solo debe plantear el tiempo que demanda la ejecución de tareas individuales, sino también el relacionado con la interacción grupal y la intervención docente. Así, el docente debe prever y planificar su tarea detalladamente a fin de ofrecer un marco adecuado para el trabajo de los alumnos.
Así mismo, el profesor debe anticiparse también, en la medida de lo posible, a los eventuales problemas que pudieran impedir el funcionamiento adecuado del grupo para ofrecer soluciones ajustadas a las demandas particulares de ése equipo de trabajo.
Así como claramente lo enuncia la teoría de la Gestalt, "el todo es mas que la suma de las partes". En efecto, el trabajo cooperativo propicia la sinergia.
El aprendizaje cooperativo favorece la integración de los estudiantes. Cada alumno aporta al grupo sus habilidades y conocimientos; ésta quien es más analítico, quien es más activo en la planificación del trabajo o del grupo; quien es más sintético, facilita la coordinación; quien es más manipulativo, participa en las producciones materiales. Pero lo más interesante, según las investigaciones realizadas (Joan Rué, 1998), es el hecho de que no es dar o recibir ayuda lo que mejora el aprendizaje en el grupo, sino la conciencia de necesitar ayuda, la necesidad consciente de comunicarlo y el esfuerzo en verbalizar y tener que integrar la ayuda de quien lo ofrece en el propio trabajo. La retroalimentación es un elemento clave para explicar los efectos positivos del aprendizaje cooperativo.
El trabajo de cooperativo aumenta el rendimiento en el proceso de aprendizaje: los objetivos de trabajo autoimpuestos por los propios alumnos, potencian más el esfuerzo para conseguir buenos resultados que los objetivos impuestos desde el exterior.
Asimismo, amplía el campo de experiencia de los estudiantes y aumenta sus habilidades comunicativas al entrenarlos en el reconocimiento de los puntos de vista de los demás al potenciar las habilidades de trabajo grupal, ya sea para defender los propios argumentos o reconstruir argumentaciones a través del intercambio.
Al desarrollar actividades en equipos, es fundamental encontrar el punto de equilibrio entre las expectativas sociales grupales y las individuales. Cada alumno y cada grupo es diferente y es necesario justar las metodología para adecuarla a las demandas particulares. Así como habrá quienes están fácilmente dispuestos a aprender y colaborar, habrá de los que se muestran distantes y demandaran de nosotros mayor confianza y estimulo para ser motivados. (VECCHI)
El aprendizaje cooperativo constituye ciertamente un enfoque y una metodología que supone todo un desafío a la creatividad y a la innovación en la práctica de la enseñanza.
En síntesis podemos puntualizar que en los grupos cooperativos:
Se establece una interdependencia positiva entre los miembros en cuanto que cada uno se preocupa y se siente responsable no sólo del propio trabajo, sino también del trabajo de todos los demás. Así se ayuda y anima a fin de que todos desarrollen eficazmente el trabajo encomendado o el aprendizaje propuesto.
Los grupos se constituyen según criterios de heterogeneidad respecto tanto a características personales como de habilidades y competencias de sus miembros, lo cual propicia la complementariedad.
La función de liderazgo es responsabilidad compartida de todos los miembros que asumen roles diversos de gestión y funcionamiento.
Se busca no sólo conseguir desarrollar una tarea sino también promover un ambiente de interrelación positiva entre los miembros del grupo.
Se tiene en cuenta de modo específico el desarrollo de competencias relacionales requeridas en un trabajo colaborativo como por ejemplo: confianza mutua, comunicación eficaz, gestión de conflictos, solución de problemas, toma decisiones, regulación de procedimientos grupales.
La intervención se ajusta a un feed-back adecuado a los modos de interrelación mostrados por los miembros.
Además de la evaluación grupal se implementa también una evaluación individual para cada miembro.
Desde esta perspectiva, un aula cooperativa se distingue por
Al no poder desarrollar la tarea por sí sólo, el estudiante intercambia informaciones, procedimientos, recursos y materiales para llevarla a término. Pero aún más, acuden en ayuda recíproca puesto que su aportación es indispensable para que todos y cada uno de los miembros logren el objetivo propuesto.
Los alumnos con mayores dificultades tienen la posibilidad de anclarse en otros para aunar esfuerzos y resolver mejor la tarea. Esto puede tener tanto ventajas motivadoras como generadoras de autoestima. Como contrapartida, los alumnos más adelantaos, pueden encontrar una dimensión solidaria a su propio esfuerzo en tanto se enriquecen a sí mismo colaborando con los alumnos que tienen mayores dificultades. Así mismo, , la discusión, el debate, la discusión de ideas, ayudan a los alumnos a interpretar y revisar sus puntos de vista.
Los estudiantes afrontan las diversas tareas con la convicción de contar por un lado con el apoyo de los demás, pero también con su aportación necesaria en el trabajo común. La comunicación es abierta y directa. Los alumnos intercambian signos de estima y de ánimo, afrontan con serenidad los conflictos resolviéndolos de modo constructivo y toman decisiones a través de la búsqueda del consenso.
La búsqueda del éxito grupal puede ser una consecuencia de la propuesta escolar o por la interacción generada dentro del mismo equipo de trabajo, de manera tal que se manifieste la responsabilidad del grupo.
El incentivo puede tomar forma de aprobaciones, calificaciones, diplomas, u otro tipo de reconocimientos. Las recompensas pueden variar en frecuencia, magnitud y gradualidad, pero son importantes porque implican una gratificación a la vez que propician la continuidad de cooperación entre los miembros del equipo. Una recompensa puede ser también consecuencia de un resultado obtenido por los compañeros, en efecto desde este punto de vista se puede hablar incluso de un incentivo interpersonal.
La dificultad de la tarea asignada impide que un solo alumno pueda hacerse cargo de todo el trabajo, por lo tanto, la necesidad de dividirlo y asumir responsabilidades que sumen a la totalidad, es un aprendizaje en sí mismo, ya que responde a las características reales de la sociedad en la que vivimos.
De acuerdo a ésto actividades propuestas deben exigir la cooperación de los miembros de grupo aunque incluso no sea vital de que trabajen físicamente juntas. En efecto, los miembros pueden trabajar en algunos momentos solos, en otros en parejas o juntos pero en grupos pequeños, distribuyéndose las tareas y la responsabilidad o llevándolas a término juntamente, ayudando al vecino o no, de acuerdo a las circunstancias.
La motivación por el compromiso nace del hecho de que el éxito de cada uno está ligado al éxito de los demás o de que la dificultad individual puede ser atenuada por la ayuda que se recibe del resto. Aunque puede darse el caso de una motivación extrínseca, no pasa de ser inicial y secundaria. Progresivamente la calidad de la relación entre los miembros, la ayuda recíproca, la estima mutua, el éxito, determinan una motivación intrínseca y convergente de todos los alumnos.
La autoridad se tiende a transferir del profesor a los alumnos. Los grupos pueden variar en un nivel alto de autonomía en la elección de los contenidos, la modalidad de aprender, la distribución de las tareas incluso en el sistema de evaluación hasta un nivel mínimo en relación al cual el docente coordina y orienta los recursos de los estudiantes para facilitar el aprendizaje.
La tarea evaluadora trabajo cooperativo demanda la observación permanente de la interacción grupal a través de lo cual es posible generar un seguimiento individual y colectivo del proceso de aprendizaje por el que está atravesando el equipo de trabajo.
La construcción conjunta de instrumentos que permitan evaluar los procesos que se van cumpliendo, permite obtener una lectura más precisa de las dificultades y de los logros que se van presentado.
La siguiente situación de enseñanza fue diseñada para alumnos de cuarto año de la orientación gestión de la información en una escuela de capital federal. La asignatura en la que fue enmarcada la actividad se llama “Taller de análisis y producción del discurso”, y los objetivos centrales de la misma, se centran en la adquisición de habilidades procedimentales en relación a la interpretación y selección de la información, así como también a su posterior reorganización y su transmisión a través del discurso oral y escrito.
La actividad se incluye como un proyecto grupal de integración dentro de la actividad temática “Las Bibliotecas”. El trabajo promueve el acercamiento de los alumnos al funcionamiento real de una biblioteca con la perspectiva de utilizar sus recursos en futuros trabajos de investigación.
Historia de las bibliotecas. Bibliotecas públicas y privadas. Principales bibliotecas de la ciudad de Buenos Aires. Uso de los ficheros. Tipo de fichas. Sistemas electrónicos. Diferentes colecciones. Sistemas de notación y organización. La organización interna de la biblioteca pública. La Profesión del bibliotecario.
1.Etapa de recolección de información:
(Fuentes de recolección de datos sugeridas) Bibliografía NTIC Entrevista en profundidad a un bibliotecario Documentos disponibles en la biblioteca visitada
2.Tareas a realizar:
Rastreo bibliográfico sobre el origen histórico de las bibliotecas y las actuales bibliotecas públicas disponibles en la ciudad. Selección del material. Organización, jerarquización, interpretación y sistematización del material bibliográfico. Obtención de una entrevista a un bibliotecario de una biblioteca pública. Elaboración de una guía de pautas para la realización de la entrevista Visita a la biblioteca en la que se concertó la entrevista. Realización de la entrevista, grabación, desgrabación, interpretación. Elaboración de un informe escrito integrador que reúna el material obtenido a través de las fuentes primarias y secundarias. Preparación y presentación de una clase expositiva en el cual se transmita experiencia al resto del grupo.
La evaluación del trabajo se realizaría en tres instancias:
Los equipos se formarán con tres integrantes. Dados los objetivos de la propuesta, esta cifra resulta a nuestro criterio la más adecuada para propiciar la cooperación grupal, en tanto resultaría excesivo trabajo para equipos formados por duplas e insuficiente para cuartetos o quintetos.
Si bien es cierto que un trabajo cooperativo debe atender a las características particulares de los alumnos para promover la heterogeneidad grupal sea constructiva, un problema frecuente en el nivel medio, es que el profesor a principios del año lectivo, aún no conoce en profundidad las particularidades de los estudiantes como para organizar adecuadamente los equipos. Tratándose de un curso muy numeroso, se recurrirá entonces al azar, realizando un sorteo que evite la formación espontánea de grupos pre-existentes.
Así mismo, el profesor comunicará a sus alumnos, que los grupos se modificarán a lo largo del año para otros proyectos, así como los criterios de formación de los equipos de trabajo, instalando una cultura de cooperación sensible a destruir prejuicios evitando además que el hábito de trabajar siempre con las mismas personas, limite las oportunidades de aprendizaje a lo largo del año lectivo.
HASSARD, J. (1990) The AHP soviet exchange project: 1983 – 1990 and beyond. Journal of Humanistic Psychology, 30, 6-51.
JOHNSON, D. (1999), “ Cap.1. El concepto de aprendizaje cooperativo” y “Cap.9 La puesta en práctica de la clase cooperativa" , en: El aprendizaje cooperativo en el aula, Buenos Aires, Paidós pp.13-30 y pp. 89-98
ROTTEMBERG, ANIJOVICH, “Cap. 2 Los docentes como diseñadores de la enseñanza” en: Estrategia de enseñanza y diseño de unidades de aprendiaje, Universidad Nacional de Quilmas (Carpeta de Trabajo)
SLAVIN, Robert (1999) Aprendizaje cooperativo. Buenos Aires: Aique Grupo Editor