¿Uno habla siempre del mismo modo? Pues no... o al menos, no deberíamos hacerlo. Cuando hablamos, lo hacemos de manera diferente según el lugar en que nos encontremos o la persona a la que nos dirigimos. Tampoco deberíamos expresarnos del mismo modo al hablar que al escribir. Hay veces que debemos ser más formales y otras, que podemos expresarnos con mayor despreocupación. Pero en general, la lengua escrita supone un uso del lenguaje más elegante y formal. Y acá hay algo importante que aprender: cuando se realiza un trabajo escolar, debemos hacerlo con toda la formalidad que exige la lengua escrita, esto es, utilizando un vocabulario adecuado y evitando expresiones que se corresponden más una charla entre amigos, a los cantitos de una hinchada de fútbol o a una tarde de chat en la pc.
Veamos un ejemplo... he aquí dos formas de decir lo mismo...
Los volcanes son una cosa terrible que siempre volvió loco a más de uno. Hace un montón de años ya Platón se fue a Sicilia solo para ver una erupción del Etna y por eso fue el primero que contó -y lo dejó escrito- lo impresionante que era ver cómo se enfríaba la lava hasta volverse dura. Mucho tiempo después, como en el siglo XVIII, había gente -los neptunianos - que creía que las rocas volcanicas venían del agua de mar y otros -los plutonianos-, pensaban que las rocas derretidas salían de adentro de la tierra en donde todo estaba muy caliente. Al final resultó que los plutonianos tenían toda la razón.
Los volcanes han fascinado a los humanos desde siempre. Hace más de dos milenios, Platón viajó a Sicilia con el objetivo de observar la erupción del Etna, convirtiéndose en la primera persona en describir el proceso de enfriamiento y solidificación de la lava. En el siglo XVIII aún no había concenso respecto a los orígenes de las rocas volcánicas. Mientras que un grupo, los llamados neptunianos, afirmaban que las rocas volcánicas eran producto de la cristalización del agua de mar, los plutonianos, argumentaban que estas rocas de material fundido, provenían del interior de la tierra. En el siglo XIX se pudo demostrar finalmente que los plutonianos sostenían la hipótesis correcta.
¿Cuál de estos dos textos sería el más adecuado para presentar un trabajo en la escuela? ¿Por qué?
Conclusión: cuando se realiza un trabajo escolar -más aún si se trata de un trabajo escrito- es importante utilizar un lenguaje formal y preciso, que incluya el vocabulario científico adecuado y evite expresiones que se corresponden con el lenguaje coloquial (el que usamos para conversar oralmente con nuestros amigos).
DesafíoVuelve a leer algún trabajo escolar que hayas realizado. ¿Utilizas las palabras correctas? ¿Por qué?