Señala García Blanco, que al formación de ciudadanos/soldados que pudieran suplir su deficiencia numérica mediante una formación física superior, era el objetivo de Estado Mexicano, y en este sentido, similar a la "agogué" espartana.
En efecto, la enseñanza estaba provista y regida por y para el Estado. En el marco de un Estado teócrático, la organización se sostenía sobre el mismo sistema educativo. La religión era el fundamento y la guerra el instrumento. Toda el sistema confluía en el control político y económico.
Hacia 1430, durante el reinzado de IZCOALT, se consolida la reforma ideológica con la que se configura la conciencia histórica de los mexicas. Se destruyen todos los códices antiguos y se impone una nueva religión de Estado. QUETZALCOALT, queda relegado por HUITZILOPCHTLI, ávido de sangre y conquistas. (Véase mitologia_americana)
El jóven azteca, era educado sobre el goce de alcanzar la vida futura, muriendo como un guerrero (y no de causa natural), llegando a preferir a otras, la muerte en combate o en sacrificio.
El sistema educativo azteca, evolucionó a partir de dos instituciones:
Telpochcalli
Calmecac
Según García Blanco, la diferencia entre estas dos instituciones está dado por el nivel de profundización de los conocimientos y no por la procedencia social de los alumnos, como sostiene Weimberg que describe a la primera como la destinada al pueblo raso, mientras que la segunda era reservada para la nobleza.
Más allá de esta diferencia, ambos coinciden en que el telpochcalli se correspondía con enseñanzas de nivel elemental en donde se formaba la conciencia social y nacional. El calmecac, institución superior, formaba la conciencia individual.
La educación, de carácter obligatorio comenzaba a los siete años y excluía a las mujeres que quedaban recluídas al ámbito doméstico.
Los primeros años, se enfatizaba el endurecimiento corporal, a través de un rígido entrenamiento. Según Weimberg, eran frecuentes los castigos duros, al punto que un padre podía entregar a sus hijos rebeldes.
A partir de los 18 años, se intensificaba el entrenamiento. Quienes tuviera dotes para la guerra, sería oficiales, otros, se dedicarían a la religión o a la práctica del deporte. La pequeña élite que tuviera dotes intelectuales accedería al Calmecac, en dónde no se abandonaba la importancia otorgada a la educación física, pero se incorporaba además la educación musical, médica (aplicada tanto a la guerra como al deporte) y, naturalmente, la insturcción militar.
Los tupies, una sociedad tradicionalista, sagrada y cerrada, estaban dando, al momento de la llega de los españoles, sus primeros pasos en la revolución agrícola. El sistema educativo tupí, a diferencia del incaico, era informal y asistemático, sin embargo, cumplia exitosamente con los objetivos de control y dominación, preservación del saber y adecuación psíquica a la realidad social. En este proceso se resolvía también la selección y promoción de lis dirigentes.
Los tupies, otorgaban gran valor a la tradición que reunía contenidos sociales y religiosos. La acción tenía resevado un importante valor (aprender haciendo) y el ejemplo cumplía un papel instructivo.
El modelo de la sociedad incaica, por el contrario, se asentaba sobre una economía agrícola desarrollada (de excedentes significativos) de carácter intensivo, admirablemente organizada y en torno a una unidad religiosa y productiva denominada AYLLU.
Weimberg destaca que los Incas fueron un imperio centralizado de carácter colectivista (mal asociado a un sistema socialista) que se reunía en torno al culto solar, imponía el idioma quechua (Runi-simi) y pautaba rígidamente muchas conductas sociales, desde el vestido hasta la edad de casamiento.
Existía pues una sociedad de estructura piramidal en cuya cima se encontraba una aristocracia de sangre, luego los señores de vasallos (curacas) y finalmente el pueblo, que prestaba, obligatoriamente, servicios al estado. Con esta sociedad, se correspondía un sistema educativo, rígidamente estratificado.
El YACHAY HUASI era un establecimiento para la formación de la nobleza masculina, en él se apuntaba hacia un saber superior.
El ACLLA HUASI, estaba dedicado a las mujes que luego serían sacerdotizas (vírgenes del sol). Tras severa selección eran consagradas, aunque debían dar su consentimiento. Algunas eran dadas en matrimonio a los curacas y era este un modo sutil de los Incas de influir en los territorios conquistados.
El resto de la población, sólo recibía una educación práctica a través de los padres, junto a quienes permanecían hasta los 25 años. Nótese que no participaban de un sistema educativo formal, sino que se socializaban mediante la vida comunitaria y las relaciones de trabajo (ya sea en el campo, en los talleres, o en la milicia).
Es interesante destacar, como rasgo cultura incaico, que el trabajo era especialmente valorado. Todos trabajaban siempre y el ocio, era castigado.