Inclusión Educativa

En los últimos años la escuela ha comenzado a dar respuesta a la necesidad de ofrecer a sus alumnos espacios de aprendizaje que contemplen sus singularidades.

Nos referimos específicamente a la creciente solicitud de muchas familias para que sus hijos con diversas discapacidades fuesen incorporados a la escuela común. Este movimiento fue posibilitando el despliegue de muchas experiencias alrededor del mundo y en nuestro país. Y trajo también como consecuencia un replanteo en torno a la forma de mirar a todo el alumnado en general.

El término inclusión educativa refleja una nueva forma de pensar la escuela: es una institución que se cuestiona a sí misma cómo diseñar las estrategias más convenientes para construir espacios de aprendizaje flexibles y abiertos para recibir a todos los alumnos respetando sus singularidades.

Con este término se alude a las prácticas actuales a través de las cuales los alumnos que poseen cierta discapacidad se incorporan a las escuelas comunes. Generalmente la modalidad es a partir de un proyecto de integración que implica la presencia de una maestra integradora dentro de la escuela. Existen muchas formas diferentes de desplegar tales proyectos, así como cierta controversia teórica respecto del término necesidades educativas especiales (NEE).

En líneas generales se considera que esta visión focaliza las dificultades en el alumno, que debe adaptarse a la institución escolar. Por eso ha sido superado por la noción de inclusión educativa.

Porque esta realidad escolar refleja la realidad social. La escuela se hace eco de una necesidad de la comunidad en su conjunto. Es indispensable asumirnos como una comunidad diversa y comprometida con la superación de las barreras existentes para la plena participación de todos en la sociedad.

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